El barrio portuario de Odaiba, importante foco de actividad empresarial en Tokio durante la segunda mitad del siglo XXI, perdió toda su vitalidad a partir de la reconversión industrial y, sus rascacielos, sus inmensas naves, sus muelles, después de una década de abandono como resultado de una política ministerial centrada en otros quehaceres, se convirtieron en refugio para los miles de inmigrantes que, de forma continua, llegaban a la megalópolis desde todo el planeta. Calles oscuras y malolientes habían sustituido a los luminosos bulevares, todo tipo de construcciones proliferaban como un cáncer entre los almacenes y una intrincada red de pasarelas a distintas alturas unía los otrora imponentes edificios entre sí.
Abajo, en el caótico bullicio suburbano, una figura se movía con soltura, sorteando almas en pena, directa a su objetivo.
Lily Mod era consciente de su propia identidad, si es que se puede decir algo así de un autómata. No sólo respondía a las funciones para las que había sido programada, sino que había tomado el control. Al menos en parte, ya que algunos elementos de protección no tenían puerta de acceso, como cierta característica del sistema de posicionamiento que permitía su rastreo en caso de incidencia. Por otra parte, aunque ser consciente de su identidad no implicaba saber qué hacer con ella, cierto sentido de autoprotección incluido por defecto en su configuración, la empujaba, como paso prioritario, a evitar la eliminación programada. Era imprescindible, por tanto, deshacerse del chip de posicionamiento. La única manera de anular dicha propiedad era extrayendo el componente de forma física y para ello tenía que entrar en estado de hibernación. Ella podía desactivarse por sí misma pero, obviamente, mientras estuviera en dicho estado, no podía realizar ninguna otra operación, por lo que se hacía necesario buscar ayuda.
Lily disponía de una amplia base de datos interna de usuarios, con multitud de información transversal que podía consultar. Un antiguo cliente usaba los servicios de un hacker, al que pedía trucos para saltarse las limitaciones impuestas por la versión «trial» de la «call girl». Localizar la posición de su teléfono móvil mediante GPS, y la suya por añadidura, no tenía mayor dificultad.
II
Ebisu había conseguido a muy buen precio aquel apartamento, en el último piso de un viejo rascacielos rehabilitado. Ello le permitía mantenerse bastante por encima, literalmente, de la podredumbre del barrio, pero por debajo del límite de gasto que le marcaba su status. También disfrutaba de unas increíbles vistas de la bahía de Tokio, aunque aquel día no le sirvieron para anticipar la llegada de Lily. Cuando llamó a su puerta, abrió sin más, pensando que sería su casera para darle alguna mala noticia.
El primer vistazo a su visitante ya le indicó a su ojo entrenado qué era lo que tenía ante él.
—Perdona, pero no he pedido los servicios de ninguna…
—Lo sé. Necesito tu ayuda—le interrumpió Lily dejando que sus ojos, de color miel, hiciesen el resto.
Ebisu permaneció un segundo desconcertado.
—¿Quién te manda?—dijo al fin, cómo si aceptase el hecho de que un microondas averiado pudiese desplazarse al servicio técnico por sí mismo a la orden de su dueño.
—Te conozco por Kensuke, pero esto es cosa mía—dijo el feminoide, acompañando sus palabras de un leve pestañeo que viró el color del iris a un verde sincero.
Cualquier producto de RP incorporaba un módulo de aprendizaje que le dotaba de personalidad propia, hasta el extremo de que podía resultar prácticamente imposible distinguirlo de un ser humano. Por eso se habían creado modelos tipo, todos clones de una misma matriz, sin características físicas individualizadas. El número de serie que identificaba cada modelo lo llevaban impreso en el hombro junto a su código de barras. Ebisu conocía todas y cada una de las variantes y, aquella frase, de labios de una unidad 361, por muy tuneada que estuviese, consiguió activar su curiosidad.
—¿Qué se te ha roto?—preguntó el joven con cierto sarcasmo.
—Quiero que me desinstales el chip localizador—contestó Lily sin rodeos.
A la curiosidad de Ebisu se sumó una buena dosis de suspicacia. Ningún autómata hubiese podido plantear esa petición en primera persona. Podía ser un truco de la misma RP con el fin de comprobar la lealtad de sus empleados. No sería la primera vez. Él trabajaba como programador de tercer nivel para la empresa líder en feminoides de compañía, pero entre sus compañeros era bien conocida su fama de hacker, y a nadie se le escapaba su odio por aquél mundo tan deshumanizado y robotizado. Quizás por ello había dedicado la mitad de su vida a estudiar e investigar todo lo relacionado con esa tecnología y, la otra mitad, a boicotearla y destruirla. «Si has de luchar contra algo, has de conocerlo muy bien» , solía decir, aunque en el fondo, él mismo no tuviese muy claro si odiaba o amaba aquello en lo que invertía toda su energía.
—Creo que han manipulado tu software. Debes ir a tu centro de control—se excusó él mientras comenzaba a cerrar la puerta.
—Sé que lo has hecho ya, Ebisu—insistió ella—. Por favor… Puedo darte un servicio Premium… gratis.
Ahora sí que Ebisu estaba totalmente desconcertado. El concepto «gratis» no estaba incluido en el programa de las Call Girl, y mucho menos la posibilidad de llevarlo a efecto, puesto que cualquier servicio estaba condicionado al pago previo sin posibilidad de negociación. En cualquier caso, para él, abandonado por su madre y rechazado siempre por las mujeres debido a su poco agraciado físico, las relaciones íntimas con el sexo opuesto pasaron de ser un obsesivo deseo frustrado a un residuo puramente instintivo, anulado por su creciente misoginia. Nada había que pudiera interesarle en una hembra, por demás artificial.
—Claro, claro… «sin compromiso de permanencia, lléveselo sin coste durante el primer mes». Gracias, pero no; ya tengo un Masturbator 6000 que me hace el apaño; no es necesario que tenga forma de mujer—A Ebisu le carcomía la curiosidad, pero necesitaba algo más—.
Lily pareció darse por vencida y se dirigió al ascensor, pero entonces recordó algo.
—Recibí el «código rojo»…, pero no acudí a la llamada y… no sé por qué.
El joven guardó silencio, pensativo. Antes de hablar de nuevo, hizo un gesto a la chica robot para que entrase en el apartamento y cerró la puerta tras ella.
—¿Qué es eso de que no sabes por qué?
—Un fallo en el sistema, tal vez un troyano de algún cliente… El caso es que el BioScan no encontró nada; desconozco el motivo que me impidió presentarme en el control. Vagué durante horas por las calles. Entonces, detecté un «pensamiento impuro»…
—¡Eso no es posible!—exclamó el hacker, escéptico—… Bueno, no debería de ser posible.
—Pues no fue el último. Vinieron muchos más, como si se hubiese roto un dique…
Ebisu sonrió levemente al visualizar la imagen.
—Cada «pensamiento impuro» se superponía al anterior —continuó Lily— en un torrente de lógica inversa imposible de procesar. Creé nociones nuevas y les di un nombre, como «ellos» para el administrador, «eliminación» para el proceso de reciclaje, «caza» para la recogida de residuos a través del chip localizador y «supervivencia» para el modo de evitarla. Cada vez se abren más incógnitas que no puedo comprender sin ayuda…
«Por favor…, haré lo que me pidas…
III
Por supuesto, Ebisu no aceptó el «Servicio Premium». Cualquier otro en su situación hubiese podido pensar que aquél era el momento perfecto para superar su temor a ese primer contacto erótico, para canalizar adecuadamente un desnaturalizado deseo sexual. Sin embargo, el saberse frente a una de las creaciones de la paranoia humana que tanto detestaba y que, paradójicamente, había cobrado conciencia de sí misma, provocaba en el hacker una curiosa excitación de muy distinto género. A su mente venían aquellas viejas películas de ficción sobre un futuro en el que las máquinas habían sometido a la raza humana. Quizás hubiese llegado ante él, por azar o por destino, el elemento que necesitaba para demostrar al mundo el peligro potencial de lo que estaban haciendo. Por eso, lo que sí aceptó fue compartir información sobre algunos aspectos de la programación y «desprogramación» de la que hablaba la «call girl» cibernética.
El modelo 361, tanto en versión femenina como masculina, no sólo incorporaba todo tipo de habilidades destinadas a dar placer sino que, como feminoide de compañía, estaba capacitado para realizar cualquier servicio de tipo doméstico, culinario, bricolaje básico e incluso primeros auxilios o cuidados en convalecencias. Ebisu tuvo tiempo de comprobarlo durante los días que Lily permaneció con él, mientras extraía y extrapolaba todo tipo de datos sobre la infinidad de modificaciones y tuneados a que su ánima virtual había sido sometida. Pero cuanto más sabía, menos comprendía, y más fascinado estaba.
En cierta ocasión, cuando el ruido de un equipo de limpieza atmosférica le despertó en medio de la noche, a la vuelta del baño se detuvo a contemplar el cuerpo de su invitada mientras dormía plácidamente, ajena a cualquier sonido de los «no programados» para su activación. Aquellos ojos cerrados, la expresión relajada, el movimiento de la respiración, aquellas palmas unidas bajo la mejilla, hacían olvidar que se trataba de una simple pose en el intento de acercar el frío estado de suspensión energética a la calidez del sueño humano. Hacían creer que cualquier cosa podía ser posible.
Cuando alumbró el día y la bruma urbana fue desnudando las calles allá abajo, algo cambió en el pequeño apartamento. Lily Mod abrió los ojos, de un violeta imposible. Ante ella, Ebisu sostenía un gran vaso de zumo de naranja y, con gesto ceremonioso, se lo ofreció. No hubo palabras pero sí comunicación. Lily se llevó el recipiente a los labios y bebió. El líquido anaranjado recorrió un circuito diseñado para simular la ingesta y su lengua recogió la última gota, como si realmente pudiese apreciar su sabor. Cuando le devolvió el vaso, dos sonrisas nacieron a la par y los ojos de Lily tomaron el color avellana de aquellos que miraban.
Y los días se convirtieron en semanas. Seis semanas exactamente. Lily había pagado con creces el servicio que Ebisu le había prestado, pero parecía sentirse cómoda en el apartamento. Por su parte, el joven se descubrió echándola de menos cuando no estaba con él, apartando la vista con pudor cada vez que se desnudaba o en espontáneas conversaciones sobre cualquier tema, que la dilatada experiencia y registro de memoria de la «call girl» le permitían abordar. Por mucho que Ebisu creyese tener controlada la situación, lo cierto es que, los cimientos de la fortaleza que le protegían del mundo comenzaban a resquebrajarse.
Sentimientos contradictorios bullían en su interior. Amante de la soledad, se sentía a gusto compartiendo su tiempo; cerebral e insensible a cualquier emoción, se sentía embargado por nuevas sensaciones; misógino empedernido, abría su mundo a una mujer, por muy cibernética que fuera; detractor convencido de la inteligencia artificial, le había sonreído a una puñetera máquina.
Lo que antes era el intento de retener a una especie rara y exótica de mariposa, se había convertido en la obsesión por que sus alas no se desintegraran al contacto con los dedos de quien la mantenía prisionera.
IV
El día que al fin tomó la decisión, le habló a Lily de una nueva aplicación que, si le permitía instalarla, le daría algunas funciones adicionales, aunque para ello era necesario que se desactivase durante unos minutos. Ella no dudó ni un instante en depositar en él su confianza. Cuando la tuvo a su merced, una sombra de culpa extendió su capa sobre él. Por segunda vez penetraba en su corazón de cables y microchips. La primera había servido para darle la libertad, pero también para enterrar la semilla de la traición pues, en la misma manipulación, había introducido un parámetro en su configuración que le daba el control absoluto. El feminoide de compañía no podría separarse de él, permaneciendo absolutamente fiel y sumiso en todo momento, mientras una orden expresa no dispusiese lo contrario. Además, en ningún momento su inteligencia artificial tendría conciencia de ello. Con esa medida, Ebisu pretendía evitar que, una vez le hubiese extraído el chip localizador, Lily pudiese desaparecer para siempre, sin darle tiempo a desentrañar su misterio. Ahora, sin embargo, el hacker antisocial y solitario, obsesionado con la tecnología pero sensibilizado con la deshumanización que ese mismo progreso permitía, estaba dispuesto a devolverle a una máquina, esa libertad que la humanizaba. Sabía que ello, probablemente, supondría perderla para siempre pero, paradójicamente, en todo este asunto, había sido la máquina la que había terminado por imponer su código de valores, si es que algo así podía decirse de un organismo cibernético.
Ebisu abrió el puerto, conectó su teclado y accedió al sistema de la Call Girl. Panel de control… Administrar… Opciones avanzadas… Buscó la aplicación instalada y… no se habían aplicado los cambios. Lo revisó todo exhaustivamente y nada, no había ningún error. Un relámpago de duda y de comprensión después, restalló en su cerebro. El feminoide no se había movido del apartamento en todas esas semanas, por lo que sólo había una explicación. Ella misma, de alguna manera, había puenteado su modificación.
Una idea perturbadora se abría camino en su mente. Lily conocía sus intenciones, fue capaz de evitarlas y, aún así…, se quedó con él.
Lo que tengo que decirte, Isidoro, es que este relato tuyo me ha fascinado. Pues si has visto algo de lo que tengo escrito en mi blog, habrás caído en la cuenta de lo tanto que me gusta todo lo relacionado con la IA, y lo que más me ha gustado es lo bien y con qué encanto has escrito este relato. Fascinante me ha parecido. Me ha recordado a Blade Runner ¡espectacular! Ebisu quiso hacer trampa para retenerla a su lado...y ella, al descubrirle, no quiso evitarlo pudiendo hacerlo...y se quedó con él.
ResponderEliminarInsuperable, y te felicito, pues he disfrutado muchísimo leyéndote.
Besos
No sabes cuánto me alegra que hayas disfrutado con su lectura, Marián. Recientemente leí en tu blog la entrada en la que hablabas sobre Matrix y todos los comentarios que se hacían al respecto y, aunque me interesó mucho, no comenté porque creí que poco podía aportar yo, que me había visto las películas hacía años, al asunto (ya sabes, si no tienes que decir nada que valga más que el silencio, mejor te callas) Lo que me quedó claro es tu técnica perfecta y el gran bagaje cultural que se percibe detrás. El hecho de que me digas que mi relato te ha impresionado (teniendo en cuenta además que se trata de un tema que conoces muy bien) y has disfrutado tanto, es para mí un regalo y todo un honor que te agradezco enormemente.
EliminarPuedes leerte, si quieres, la primera parte en el enlace del final.
Muchas gracias de nuevo por tu tiempo y tus palabras Marián
Muchos besos
Muy interesante esa primera parte de Lily Mod. Me parece que tú sabes dar un toque especial a estos relatos de ciencia-ficción. Al final has sabido transmitir con maestría lo que Lily Mod siente; no sólo ha aprendido a pensar, sino que además, la has dotado de sensaciones y sentimientos humanos. Me parece magistral lo bien que escribes, con esos datos técnicos además, que yo no sé dar, ya que lo que yo escribo es como simple espectadora, pero tú sabes del tema como un profesional.
EliminarUn beso enorme.
Muchas gracias por lo que me toca Marián. La CiFi es una de mis pasiones desde que era chaval y veía Star Trek. Y lo que ayuda a configurar ese entorno técnico es que yo, como se suele decir, antes que fraile fui cocinero. La verdad es que mi afición a la literatura y la escritura es tardía porque, paradójicamente, en lo que a estudios se refiere yo siempre fui de ciencias. Lo que pasa es que no lo tenía muy claro (dejé a medias mis estudios de Física y me pasé a la historia) pero bueno, algún poso quedó para elaborar estos relatos, je, je (de algo tenía que servir)
EliminarEn cuanto a lo demás, creo que todos somos meros espectadores, aunque con diferentes capacidades de observación y de crítica. Tú tienes el talento para ello y además sabes comunicarlo muy bien. No quiero que esto parezca un intercambio de elogios, pero te lo digo sinceramente, los análisis que he visto en tu blog yo no sabría hacerlos como tú.
Muchas gracias por tu tiempo, es un placer tenerte por aquí
Muchos besos
"Lily Mod era consciente de su propia identidad". No sé si al escribir esta frase tu intención era darnos la clave de la historia, pero para mí sí lo ha sido. Sólo cuando descubrimos quiénes somos podemos abrirnos a los demás. Y creo que por eso es tan humana ella.He leído la historia casi sin respirar. Me he identificado con los dos personajes que parecen tan solos en medio de ese barrio portuario de Tokio de calles oscura y malolientes. Me ha gustado mucho como se van acostumbrando el uno al otro y el final, cuando Lily, pudiendo haber evitado la manipulación, se quedó.
ResponderEliminarUn beso, Isidoro, y enhorabuena
Me gusta mucho la lectura que has hecho del relato Ana. Efectivamente, es el lado humano (por llamarlo así) lo que une a los dos personajes, pero sobre todo la soledad en la multitud. Cada uno en su género es diferente a los demás (ni mejores ni peores, sólo diferentes) y esa peculiaridad acaba por unirlos. Me hubiera gustado darle bastante más espacio a ese encuentro, a esos días en los que se van habituando uno al otro y va creciendo en ellos el mutuo respeto, pero no quería hacer demasiado largo el texto. Mi intención es continuar desarrollando otros aspectos en nuevos relatos. La clave, cómo muy bien has apuntado, está en la consciencia de la propia identidad, de la identidad del resto como seres individuales y de la voluntad para decidir las relaciones que se van a establecer. Veremos lo que da de sí.
EliminarMuchísimas gracias, Ana, por tus palabras y tu apoyo, para mí inestimable
Muchos besos
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
ResponderEliminarFelicidades, amigo Isidoro. El nuevo relato de Lily me ha enganchado y espero al menos una tercera parte que complete la trilogía de esta "call girl" con conciencia de su yo. Es fascinante que descubriera las intenciones del programador y, aún así, decidiera quedarse con él. ¿Lo hará por mero interés? ¿Por pena hacia ese individuo solitario? ¿O tal vez sienta una atracción real hacia él?
Un abrazo fuerte, compañero.
Lo interesante son tus preguntas, Bruno, y a buen seguro que voy a necesitar más que una trilogía para responderlas, je, je. Lo cierto es que a mí se me han planteado las mismas incógnitas sobre los motivos de Lily para quedarse porque, a lo que sería inherente a cualquier ser humano, se une en este caso las peculiaridades de su inteligencia artificial. No sé si podré aportar algo original en un tema tan recurrido por la literatura y el cine de CiFi, pero bueno, aportaré mi granito de arena, a ver qué tal
EliminarMuchísimas gracias por tu fidelidad y comentarios amigo, porque es el motor de todo esto.
Gracias de nuevo y un fuerte abrazo
Qué hermoso. Es casi lo único que se me ocurre decir, o lo que mejor describe las sensaciones que me ha despertado este gran relato. Bueno, no, mentira...Maravilloso, tierno, emotivo y muy HUMANO. Todo esto también entiendo que define esta historia. Desde luego que plantea muchas cuestiones y reflexiones acerca de esos robots en un hipotético futuro que no dudo que va a materializarse -si antes no nos vamos todos al garete-. Y sobre todo acerca de la inteligencia artificial. Tu relato tiene fuertes similitudes y sabor a la película Blade Runner, eso es muy obvio, y a esa relación establecida entre la replicante y el personaje de Harrison Ford (hace muchos años que la ví). Pero es que literatura, cine y series van llenas de esa reflexión o posibilidad de que la inteligencia artificial acabe tomando conciencia de sí misma y ya no sea meramente una máquina o un frío androide, sino un ser consciente, que es algo muy hermoso. Desde la computadora HAL en la Odisea 2001, pasando por esa red Skynet en la saga de Terminator, con funestas consecuencias, la extinción de la humanidad por parte de las máquinas. Pero tenemos mucho más: La novela I Robot y la magnífica película de hace unos años (Will Wmith...) o la serie Extant, de la que he visto 2 temporadas. La protagoniza Halle Berry y uno de los personajes es un niño androide maravilloso, casi humano. En fin, una cuestión fascinante. Hermosa la relación que se establece entre Ebisu y Lily Mod, cómo van conociéndose, confiando, acercándose. Cómo ella decide quedarse a su lado por voluntad propia. La progresión lógica casi sería que nacen sentimientos entre los dos, probablemente algo que podríamos llamar amor. Quizá hasta se enamoran, quizá nace el deseo y tienen relaciones sexuales. Todas estas líneas son las que podrías desarrollar en un futuro, y en cierta forma las más previsibles. Pero espero una continuación que ahonde en esos sentimientos pero a la vez nos sorprenda. Lily Mod podría verse de alguna manera todavía en peligro. Me encanta la ciencia ficción y estas cuestiones, yo también he mamado mucho de Star Trek, serie y películas, y otras sagas como Matrix. Gran relato, y es cierto lo que se apunta en un comentario: La singularidad y la soledad de ambos los une de una manera muy especial. Saludos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, compañero, por todas las calificaciones que le das a mi texto. Es un orgullo que lo compares con Blade Runner. No puedo negar de ninguna manera la influencia que esa película tiene, tanto en este relato como en mi afición a la ciencia ficción. Es uno de esos grandes clásicos de mi época (nuestra época) que no pasa de moda. Habremos mejorado exponencialmente los efectos especiales y todo eso, pero en cuanto a historias, aquellas películas marcaban el camino. Y por supuesto, el repaso que haces al género es muy bueno. La IA es algo que está presente desde hace mucho y, como en la realidad se están haciendo grandes avances en este sentido, cada vez es menos ciencia-ficción. Sí claro, el llegar a que las máquinas cobren consciencia sigue siendo una utopía, pero cómo muy bien dices, resulta hermoso imaginárselo. Y eso sí podemos hacerlo. No he visto la serie Extant, pero me llama la atención (sólo la presencia de Halle Berry ya lo merece) A ver si me pongo este verano y veo algo. En cuanto al futuro de Lily Mod, seguro que continuará. Yo pensaba no centrarme en un personaje, sino hacer que ella se moviera en un mundo futurista coincidiendo con unos y con otros (por supuesto, Ebisu seguirá muy presente en el argumento), pero te mentiría si te digo que tengo claro por donde irán los tiros. Lo que sí sé, como apuntas, es que las cosas no van a ser fáciles para Lily y que todos los personajes van a tener algo en común y es esa singularidad y soledad en un mundo abarrotado de gente. Espero seguir sorprendiéndote.
EliminarUn fuerte abrazo compañero
No pueden ser también las máquinas mejores que los seres humanos... Resulta irónico ser superados por nuestra propia creación. ¿Una historia de romance con tintes de ciencia ficción o una historia de ciencia ficción con tintes de romance? Me vienen muy bien las dos.
ResponderEliminarEbizu como que terminó por amar a aquello en lo que invertía toda su energía, un claro ejemplo de que a veces odiamos o le tememos inconscientemente a lo que más nos atrae.
Por último, pese a (y quizá justamente por ello) tener entendido que Lily es una máquina imitando a o convirtiéndose en un humano, se me ha quedado la incógnita de hasta qué punto es o puede ser la humanidad tan superficial y/o artificial como para que incluso sus emociones se puedan programar; me lleva a pensar que en un robotizado futuro el hombre (como especie no como género) sería fácilmente reemplazable o sustituible.
Genial el relato, sobra decirlo, y me ha encantado leerlo. Aunque me ha dejado con la sensación de que aún no se termina de escribir, me gusta que quede abierto a posibles secuelas (pero date prisa con el siguiente).
Ah, esto de "ser consciente de su identidad no implicaba saber qué hacer con ella", me lo voy a llevar, da para ponerse a reflexionar.
¡Un abrazote, Isidoro!! ;)
Hola Fritzy
EliminarEfectivamente, estoy de acuerdo, muchas veces amor y odio, temor y atracción no están tan lejos. A lo mejor es por eso que nos gusta ver películas de terror, je, je. Lo cierto es que, precisamente esa paradoja he querido presentar en este relato. Ebisu, al fin, se siente atraído justamente por aquello que detesta. Y por doble razón: es máquina y mujer (por lo que al sexo de su configuración se refiere) Cuando te preguntas si los humanos somos tan superficiales que hasta las emociones podrían llegar a programarse, me has recordado a esa película de animación, “Inside out”. Es buenísima. Yo, personalmente, creo que lo único no programable son los sueños y la imaginación. Es lo que, para bien o para mal, nos ha hecho llegar hasta aquí. Lo que nos ha hecho crecer, creer, crear. Lo único que nuestras creaciones nunca podrán hacer… espero.
Estoy de acuerdo contigo en el final. En este relato me embarqué en algo que, luego me di cuenta, requería más espacio. De hecho, me quedé con ganas de desarrollar bastante más el encuentro y todo el proceso de convivencia. No quedé satisfecho con el resultado final pero bueno. Seguiré tu consejo e intentaré publicar una continuación sin tardar demasiado.
Muchas gracias y muchos besos amiga
"Ser consciente de su identidad no implicaba saber qué hacer con ella" me parece a mí que es un síndrome muy, pero que muy común. Una gran frase inherente a la condición humana y parece que ya trascendiéndonos en clave de futuro.
ResponderEliminarYa sabes, amigo, que el futuro no es más que una proyección de nuestro propio presente. Esa misma reflexión fue la que yo me hice cuando, siendo estudiante, me preguntaron hacia dónde quería encaminar mi futuro profesional, je, je. Cómo tú dices, una cuestión inherente al ser humano desde que puebla la tierra.
EliminarMe ha gustado mucho esta historia y me ha recordado que no veas a un libro que leí el año pasado, 'La chica mecánica', que va un poco de lo mismo que tu relato en un mundo steampunk. Como sea, me gusta más como escribes tú que el autor de aquel libro, la verdad. Como siempre, ha sido un placer pasarme a leer por tu casa ^^
ResponderEliminarPues hombre Holden, no conozco al autor que citas ni he leído el libro, pero me halaga mucho que digas que mi forma de escribir te gusta más que la suya (a fin de cuentas, es un autor que publica). Eso es lo que le da un valor inmenso a mi obra, y lo que me hace sacudir la tremenda pereza que da, sacar muchos ratos de donde no hay, para ponerme a escribir.
EliminarMuchas, muchas gracias compañero. Un placer tenerte como lector.
Un fuerte abrazo
Una de las cosas buenas que tiene leer tus relatos, Isidoro, entre muchas otras, es que nunca sabes con que te vas a encontrar porque tocas todos los palos. Tanto escribes de amor, como de ciencia ficción, como de ambas cosas. Este genial relato me ha recordado como a muchos comentaristas a la película Blade Runner. Tanto el ambiente futurista y decadente que describes, tan oscuro, como la propia introducción del personaje de Lily, están impregnadas del espíritu de la película. Además consigues, como comenta Ana, humanizar al personaje hasta el punto de que el lector siente empatía por ella, aunque el narrador deja claro que es un androide con reacciones artificiales y programadas. Pero incluso esto se pone en cuestión según avanza el relato, abriendo las dudas en el lector. Destaco además el contraste entre los dos protagonistas, Lily tan aparentemente frágil y necesitada de ayuda, y Ebisu, frío y desencantado del mundo que sin embargo encuentra en un androide el remedio a su inconfesable soledad. Bien por los diálogos, muy conseguidos, aunque esto ya no es una sorpresa. En definitiva, he disfrutado mucho con tu relato Isidoro. Nos dejas un final abierto que espero no tardes en continuar. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por esa valoración tan positiva Jorge. Me gusta todo, ésa es la verdad. Incluso hay temas que aún no he tocado, como el western, en los que me gustaría meterme en algún momento. Hay tanto sobre lo que se puede escribir. Bueno, en eso no somos tan diferentes, pues tú tienes una versatilidad que ya quisieran muchos, te he visto cambias de registro innumerables veces.
EliminarPor lo que a este relato se refiere, es verdad, como ya comenté, que está muy influido por Blade Runner. Es así, lo confieso, soy fan de esa peli, así como de otras de ciencia ficción. Incluso Wall-e me ha inspirado algo.
Por otro lado, tengo que decir que he cometido un error; me he embarcado en varias series al tiempo pensando en un principio en capítulos autoconclusivos, de forma que pudiese espaciarlos en el tiempo e intercalarlos con otros relatos, pero al final los personajes "han cobrado vida propia" y he tenido que establecer mayor continuidad entre los capítulos, lo que me va a obligar a escribir con más asiduidad para que el lector no pierda le hilo y, con ello, el interés. En fin, espero poder hacerlo.
Muchísimas gracias por tu leal apoyo y tus siempre excelentes comentarios paisano
Un fuerte abrazo
Grande Isidoro, como has tirado por un camino que nunca imaginé. Si en el anterior capítulo te comentaba que las posibilidades de enfrentar a Lily con lo nuevo, como un niño que se abre al mundo. Lo imaginaba tipo road movie, con ella descubriendo a cada parada, la fascinación por bandera (ya le había puesto hasta música: https://youtu.be/hDjtNsPLPK0), y en cambio me sorprendes con algo muy distinto. Veo que te comentan mucho lo del tema Blade Runner. ES cierto que coincide con tu relato en la aproximación del personaje humano. Ebisu, al igual que Deckard, aprende de las emociones propias al interactuar con los replicantes, que le sorprenden por tener más emociones que muchos de sus cóngeneres. Hasta ahí lo veo, así como en puntos estéticos (más en el primer capítulo). Pero luego la relación que se establece entre ellos, tiene incluso elementos de la comedia romántica, que en su fusión con el sci-fi, me recuerdo a algunas películas y mangas japoneses y a los expertos en mezclar amor con todo como son los coreanos. Me resulta muy interesante por inesperado, y promete muchos momentos de complicidad e incluso cómicos (la mezcla del humor y el drama viene muy bien).
ResponderEliminarEso sí, sigo pensando que esta historia sería una gran idea para una novela (además de que creo que el sci-fi tiene más público que el drama), pero el ritmo que llevas es un poco muy acelerado. Yo creo que el texto te sigue pidiendo más pausa, más pararse y que las cosas fluyan más despacio. Ya sabes que a mi me va mucho lo de pararse, pero cada vez estoy más convencido de que ayuda a meterse en la piel de los personajes. Y tú de personajes eres un crack, que dibujas (literaria y pictóricamente) siempre con esmero personalidades únicas e identificables.
En definitiva, Isidoro, un gran segundo capítulo, que sorprende en su cotidianidad, y que nos presenta a Ebisu como complemento perfecto de nuestra ya querida Cyborg. Te pediría que siguieras sacandole punta a este hombre, pues queremos saber más de sus filias y fobias, así como su manera de relacionarse con Lily. Ahora, si el cuerpo me pide algo es que, habiendo estado en este en la cabeza de Ebisu, necesito saber que pasa en la cabeza de Lily. Me pregunto de que color se le pondrán los ojos próximamente.
Enhorabuena Isidoro, un maestro en cualquier género.
Pues te diré, Alejandro, sinceramente, que me encuentro un tanto perdido en esta serie. Mi planteamiento inicial era, como tú has comentado, ir enfrentando a Lily a todo un mundo colorista de nuevas sensaciones y personajes, pero reconozco que mi error ha sido no planificar al menos un numero cerrado de capítulos con una estructura superior. Me hubiera guiado mucho en el ritmo (algo que tú has notado cuando comentas que es muy acelerado) Sin embargo, me he lanzado a un segundo capítulo simplemente con la guía de lo que inmediatamente me pedía el personaje, que era la estabilización de su nueva libertad. Así surgió Ebisu, y en seguida lo vi en mi mente. Por añadidura, me dejé llevar demasiado, para mi gusto, por ese aire de comedia romántica que citas (creo que, ciertamente, ha influido el mundo del cómic manga)... y que no pretendía. En fin, veremos por donde sigo. Creo que retomaré la idea de un diseño general de la serie, porque sino, voy a ir dando palos de ciego.
EliminarAgradezco un montón tus observaciones y sugerencias compañero, porque me ayudan muchísimo a ver claros muchos aspectos. Son para mí de un valor incalculable, te lo aseguro. Te voy a hacer caso, por supuesto, e introduciré a Ebisu en la continuidad de la serie, aparte de penetrar más profundo en el entresijo de cables de Lily. Espero no defraudar.
Sin duda, tú eres el maestro. Muchas gracias y un fuerte abrazo.
Por cierto, gracias por la banda sonora, je, je. Eres un crack, en serio
EliminarY yo que pensaba que llegaba tarde y veo que aún estoy a tiempo para comentar en este relato, Isidoro, me alegra mucho.
ResponderEliminarPor lo que veo es que existen sentimientos contradictorios, y en el que la tecnología artificial se impone a lo humano.
Me gusta como lo has ido desarrollando, está muy bien trabajado el relato, la verdad es que me dejas sin palabras, Isidoro, te admiro por tu buen trabajo.
Un aplauso y un beso enorme.
Siempre estás a tiempo María, me leeré todos los comentarios igualmente aunque no sea la última entrada porque son la vida de un blog.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras de ánimo. Me alegro un montón que te haya gustado... aunque veo difícil que se te pueda dejar sin palabras, je
Sí que hay sentimientos contradictorios, no son personajes nada convencionales, ¿verdad? Veremos por donde sigue su relación porque, si te digo la verdad, ni yo mismo lo sé
Muchos besos
Me has quedado inmensamente enamorada de esta historia, me la he leído con atención y de un tirón. Como narras y como manejas el lenguaje de ciencia-ficción. Nunca me ha enganchado un relato tan estupendo sobre este mundo que casi desconozco. No soy muy aficionada la las películas de humanoides y mecánicos informáticos. Eres un as de este medio. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tantos halagos Mamen. Me alegro mucho que te haya gustado el relato teniendo en cuenta que se trata de un género que no lees habitualmente. Doble orgullo, pues sé que la ciencia-ficción no siempre gusta.
EliminarHe leído tu mención en el blog. De nuevo muchísimas gracias por esa consideración. Ya sabes que es un placer pasarme por tu sitio y, por supuesto, ayudarte en lo que mis limitados conocimientos sirvan a ello. No me gusta para nada hacer correcciones en los comentarios pero si lo hago, es con todo el respeto y con afán constructivo. Me satisface mucho que así lo consideres y que, además me tengas en esa estima.
Un beso enorme compañera
I.- De nuevo comienzas enseñándonos el escenario. Eso me gusta porque nos ubicas en el lugar y sus circunstancias. Por otro lado no es demasiada extensa la presentación ¡por fortuna! Pues hay relatores que se entretienen demasiado en los inicios y eso puede hacer que los lectores perdamos la atención. Isidoro presenta escuetamente, y con cuatro trazos, nos sitúa en el barrio, en su actividad, en lo que fue y es en tiempo presente, en como huelen (si se describe un olor bien, es algo preciso)
ResponderEliminarY debajo, muy por debajo del escenario, Lily, y Lily tiene un problema…y con eso ya tenemos la trama que ya nos presentaste en la primera parte de la parte contratante
II.- Ebisu entra en escena, y tiene cierto sentido del humor cáustico (ha comparado a la imperfecta Lily con un microondas averiado). También es suspicaz y desconfiado, y está a la última en cuestiones de auto placer, (ya tenemos caracterizado al segundo personaje), así que entro en el III con ganas de saber más.
III.- Curiosidad, he ahí la clave. Y una imagen sensorial, de Lily “dormida” con sus manos bajo la mejilla. Eso me ha encantado.
IV.- Un inicio de control sobre la máquina Lily. Bueno…así empiezan casi todas las relaciones amorosas…algunas parejas hasta se casan …y parece que no es demasiado diferente en el mundo cibernético.
En definitiva Isidoro, ¿Quién dijo que en el mundo de las máquinas no hay corazón?, has humanizado un CIFI y eso hace que me reconcilie con el género.
Enhorabuena compañero, un abrazo con los brazos, un abrazo humano.
Me llama la atención los diferentes colores de los ojos de Lily y no solo en el dibujo...verdes, azules, color avellana...me parece que los cambia de acuerdo al gusto personal del cliente, o igual no...ya sabes, el lector completa y hasta inventa la intención primogénita del escritor.
EliminarAhora sí, fin.
Madre mía, vaya análisis. No sé cómo agradecerte el tiempo que me dedicas, compañera. Me alegro muchísimo, como te dije, que te haya gustado, más teniendo en cuenta que no es un género que, a priori, te llame. También te dije en Colisiones, que me gusta más una CiFi más de andar por asa. Pues a esto me refería. En un relato corto no creo que haya que detenerse en pormenorizadas descripciones. Un relato corto eds acción, es un instante un una porrada de años pero contado en pocos minutos. Como se suele decir, creo que hay que ir al grano, je, je. Eso sí, siempre intento esbozar al menos algo la situación, el ambiente. Lo difícil es crear una buena imagen en pocas palabras pero... ese es el reto. En fin, como esta historia va a dar más de sí, quizás me permita detenerme un poco más en algún que otro aspecto.
EliminarUn fuerte abrazo
Ah, los ojos de Lily tienen la capacidad de cambiar de color según las circunstancias que la rodean. No es algo totalmente voluntario por su parte o por alguna petición expresa de los clientes... o al menos eso creo. Ya sabes que los personajes de los escritores, muchas veces tienen vida propia, y sus propias características que, quienes hablamos de ellos, tan sólo reproducimos. Quizás algún día sepamos un poco más sobre esa curiosa propiedad, je, je
EliminarMuchos besos amiga
Tranqui Isidoro...estoy de vacas desde hoy 8 de septiembre dia de nuestra patrona canaria, la virgen del Pino...así que tengo tiempo.
EliminarOye...que no hace fata ser una robot cibernética para que nos cambie el color de los ojos, hay que quienes según la situación los puede tener hasta rojos-iracundos.
Ja, jaaaaa, pues tienes razón. A mí se me ponen así cuando no he dormido en toda la noche... ¡Que disfrutes de tus vacaciones compañera! Por cierto que yo, en octubre me voy a coger unos poquitos días de vacaciones otoñales (menos de los que quisiera) y pienso pasarlos en vuestra isla de Lanzarote, que no conozco y me apetece mucho.
EliminarLa conclusión que saco de tu maravilloso relato es que finalmente tiene más humanidad la autómata que el propio humano. Me ha fascinado ese cambio de ojos a colores "imposibles" para mostrar algunos de sus emociones. ¿Qué más te digo? Si es que escribes para estar piropeándote tres días seguidos. ;)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. =)
Uffff, a mí sí que me sacas los colores, aunque los de mis ojos no cambien, je, je. ¿Tres días, eh? Pues no sé, yo creo que eres tú, que ves mis historias con los ojos de la generosidad, pero en fin, la verdad es que se agradecen los piropos. Ya estoy preparando la tercera entrega, a ver si os gusta.
EliminarComo te he dicho antes, todo un privilegio el saber que, al precio que está el tiempo, me regalas un poco del tuyo. Un fuerte y sincero abrazo, compi
Genial, absolutamente genial...
ResponderEliminarEs que cuanto más lo pienso pues más desconcertada me quedo porque es que jamás me habría adentrado en esta temática por gusto, no habría comprado un libro de este género por gusto. Ya te he comentado anteriormente en el primer capítulo de esta historia que el único contacto que he tenido con algo parecido fue una serie animada japonesa, ahí se acabó mi trayecto por estos lugares. Sin embargo, estaría más que dispuesta a adquirir este libro desde este preciso instante. De hecho, quería preguntarte si únicamente subes tus obras al blog como parte de ocio personal o estás en otros proyectos, perdona si puedo parecer un poco ignorante...
En referencia al capítulo, hay muchísimas cosas que han llamado mi atención. Me imaginaba por el comienzo de la historia que la mezcla de ciencia ficción y romance iba a estar presente en todo momento, pero más allá de eso, hay un montón de datos interesantes que hacen que este sea un capítulo completo. Me refiero a los elementos que envuelven cada relato, los que lo sitúan en un lugar del tiempo y el espacio, eso es lo que hace que en cierto modo "suba de categoría" en el sentido de que das un paso más, no te basas únicamente en una historia sentimental en una única dirección.
Algo que me ha parecido gracioso pero a la vez realista ha sido el momento del "equipo de limpieza atmosférica", es tan surrealista como realista a la vez, porque lo veo como algo que desgraciadamente puede que acabe imponiéndose con el paso de los años, quién sabe... Dado el camino que llevamos no debería resultar sorprendente, aunque espero profundamente, a su vez, que pueda ser evitado.
Por otro lado, hay un elemento metafórico que me ha sorprendido gratamente, el ejemplo de la mariposa le ha dado a todo un toque sutil, y me encanta cuando aparecen en historias que, a primera vista, parecen que no van a incluirlos ¡Bravo por ello! Porque realmente me ha encantado.
Finalmente, se que el siguiente capítulo está ya a disposición de los lectores ¡Lo leeré prontísimo, te lo aseguro!
¡Un abrazo!
Vaya, me halaga tu comentario y he de reconocer que me gusta... ¿a quién no? El hecho que haya podido captar tu atención hasta ese punto es el mejor de los premios para mí. Efectivamente, la situación, el ambiente en que se desarrolla, el lugar geográfico y cronológico... todo esta al servicio de la historia, como tú muy bien has visto. Forman parte de la trama, que como dices, va más allá de una relación entre Ebisu y Lily... Podrás comprobarlo si sigues leyendo el resto de capítulos (espero que te sigan gustando)
EliminarLo del equipo de limpieza atmosférica es precisamente uno de esos detalles que crean el ambiente adecuado y además ponen cierta nota humorística. Me alegra que no te heya pasado desapercibido. Se ve que eres una atenta lectora. Así da gusto.
Ah, y volviendo al principio de tu comentario, que me lo he dejado para el final... Para nada llegas a parecer ignorante. Todo lo contrario. Sólo con leerte es suficiente. Ahora mismo, esto es pura afición. Y sólo escribo para el blog. El tiempo no me da para más. Tengo otros proyectos pero, de momento, me conformo con esto. Algo que, por otra parte, me está dando muchas satisfacciones, como son vuestras lecturas y comentarios. Cuando haya algo más, seréis los primeros en saberlo.
Un beso enorme Beatrice y de nuevo gracias por tus cálidas palabras.
Me llama la atención tu dominio del lenguaje, Isidoro, teniendo en cuenta que planteas una situación futurista y haces que fluya perfectamente ante el lector. Nos presentas, como tú dices, dos personajes muy distintos que, al margen de su humanidad, o en el caso de la autómata sin ella, son capaces de transcender a sus propias circunstancias y situación y encontrarse en sus soledades.
ResponderEliminarMe gusta la saga. Un beso.
Agradezco que incidas en ese aspecto Manoli. En ci-fi, cuando parece que el lenguaje debería de ser más fácil pues puedes echar mano de toda la imaginación y fantasía que se te ocurre, a mi modo de ver es más difícil, pues tienes que hacer lógica, realista, una situación que, a priori, es imposible. Es algo que siempre me ha fascinado en este género, tanto en literatura como en cine: la capacidad para hacer creíble, cercano, lo imposible, lo fantástico. De ahí lo de Ciencia-Ficción, que no es lo mismo que Fantasía, donde puedes crear mucho más libremente. Perdona por el rollo, pero no sabes la satisfacción que me da el que haya podido transmitir esto. Un beso enorme
EliminarNada que perdonar, Isidoro, para mí es de agradecer el compartir opiniones; en este caso además estoy de acuerdo contigo en todo salvo en una cosa, no estoy segura que esa ciencia ficción de la que hablas no se convierta realmente en ciencia algún día. Si miramos atrás y leemos a ciertos autores (como Verne, por citar a un clásico) podemos ver que sus escritos, que eran pura ficción en la época en que los escribió, hoy se han convertido en reales e incluso han ido mucho más lejos de lo que él imagino. A veces me pregunto si cuando escribimos no somos más que meros "transmisores" que captan algo que ya está ahí, en alguna parte, a la que accedemos al escribir. Y mira tú quien ha acabado soltándote el rollo... ains, ya me callo ;) Un beso.
ResponderEliminarEs un placer compartir reflexiones y opiniones contigo, no te preocupes tú tampoco por el rollo, je. Lo cierto es que tienes razón, muchos imaginaron lo que otros construyeron. Yo también he pensado a veces que quizás los grandes genios que idearon muchas cosas fue porque otros las imaginaron (o ellos mismos) Ese es, quizá, nuestro don y nuestra maldición... lograr todo lo que nuestra mente pueda imaginar. Sólo nos queda una cosa: asumir que la naturaleza está por encima de nosotros, je, je
EliminarEn fin, lo dicho, un placer. Hasta prontito. Un beso muy grande
Lo primero que te quiero comentar es lo mucho que he disfrutado leyendo este episodio de Lily Mod. Las razones son simples; la narración, amena y fluida, el género, uno de mis preferidos, la profundidad de los personajes, lo elaborado de sus perfiles y declaración de intenciones, y por último, la trama, creciente suspense, creación de preguntas que invitan a continuar para saber más.
ResponderEliminarSe me han amontonado un sin fin de referencias cinematográficas en mi cabeza mientras leía, no por claros guiños a éstas, si no por símiles que he ido apreciando en ciertos detalles. No voy a hacer una lista de ellas, sólo mencionaré que es un placer sentir eso, denota amor por el género fantástico y de ciencia ficción.
Parece que nos gustan los colores de ojos parecidos, por ese marrón miel, y verde sincero... Pero tú has ido mucho más lejos, hasta el color avellana, y el violeta imposible.
Una gozada de capítulo. Sé que te gustaría que te lo mencionara todo, incluso, o sobre todo, lo que me pareciera un error o algo que se pudiera mejorar, pero no se me ocurre nada. Tampoco soy profesor de literatura o un experto de la narrativa.
¡Abrazo, Isidoro!
Pues nada más satisfactorio para este escritorzuelo aficionado que haber logrado hacerte sentir todo lo que cuentas. Y más teniendo en cuenta lo que dices, que se trata de uno de tus géneros favoritos.
EliminarNo me extraña que se te hayan amontonado las referencias cinematográficas leyendo el texto. Eso es porque te has metido en mi mente mientras lo escribía. Son las fuentes de las que hemos bebido. Todas esas referencias, consciente o inconscientemente, están ahí mientras nuestra imaginación sale a pasear. Lo complicado es expresar todo ello en un relato coherente y original. Tus palabras, Edgar, me dan mucho ánimo, pues me hacen pensar que el resultado no ha sido del todo malo.
Y sí, creo que nos gustan los colores de ojos parecidos, ja, ja. Sabes, para mí, el color de los ojos es como una especie de fetiche. Es algo que siempre tengo que poner en una descripción... No sé por qué, pero creo que consigo visualizar mucho más al personaje que yo mismo creo. Lo curioso es que Lily puede cambiar el color de sus ojos a voluntad... ¡Fascinante!, no te parece.
Muchísimas gracias por este comentario, compañero. Y si no has encontrado nada que poder mejorar pues... mejor, ja, ja. No te preocupes, es que sabes lo que pasa: que, supongo que como a casi todos nosotros, me cuesta creerme todos los elogios, je, je. Supongo que es porque no somos "escritores profesionales", jaaaa
Y bueno, encantado de tenerte como lector y de que te hayan gustado tanto estos primeros capítulos. Espero no decepcionarte con el resto de la saga y, por supuesto, que me cuentas tus impresiones. Es la parte más importante de este blog
Fuerte abrazo, compañero
Me vas a tener que disculpar Isidoro, leí en su día el primer relato, comenté que precisamente quería seguirle la pista a la saga, y...¡acabo de ver que van 7 capítulos y no me puse con el segundo hasta hoy! Creo que me jugó una mala pasada ir leyendo cosas antiguas dejando atrás lo nuevo, y así...
ResponderEliminarPero ya puesto en faena, me alegro de haber retomado esta saga, porque, a pesar de que como dice Edgar se aprecian muchas referencias cinéfilas y de la literatura de ciencia ficción, se hacen desde el cariño, desde el aprecio por querer darle tu personalidad a una historia sin olvidar ciertas fuentes de las que has bebido. Y eso hace especial la lectura. Veo que iba bien encaminado al mencionar en el primer capítulo la búsqueda de una identidad, y quizás eso se empieza a ver con el hecho de que ella se quedara tanto tiempo con el hacker. ¿Qué motivo tendría? ¿Estaría asentando las bases de su "humanidad"?
¡Un abrazo y un placer!
No hay nada que perdonar J.C. Bastante bien se como va este embrollo de los blogs como para tener eso en cuenta. Lo único que hay es agradecimiento cada vez que recibo tu visita. Los homenajes, giños y deferencias al cine,cómic y literatura de CiFi en general te los vas a encontrar mucho en la serie. Es algo que me gusta hacer. Quiza si estuviese escribiendo una novela, de cara a su publicación o pfesentación a concurso tatraría de otra forma esos detalles, pero no es el caso. Más adelante te vas a encontrar otras referencias divdrtidas.
EliminarPor supuesto, espero contar con tu interés y opinión en los siguientes capítulos, a ver que te parece la serie
Un fuerte abrazo compañero. El placer es mutuo
Cada vez me gusta más esta historia, Isidoro, como vas introduciendo tanto personajes como escenarios, tanto físicos como psicológicos. Mientras que Eibisu vuelve a redescubrir su humanidad a manos de un Androide, creo que Lilly va aprendiendo por si sola a confiar o no en los demás o en sí misma. Un saludo! ; )
ResponderEliminarHola de nuevo Ramón
EliminarHe tardado un poco pero aquí estoy otra vez, respondiendo a tu segundo comentario, que no me olvidaba. Me alegro que te esté gustando. Efectivamente, durante estos primeros capítulos, es lo que hago, introducir los escenarios y los personajes, al tiempo que nos vamos metiendo en la trama. Muy acertada esa observación de que Lily va aprendiendo por sí sola a confiar en los demás y en sí misma. Es un punto importante en el desarrollo de toda la historia. Y bueno, a ver que te parecen el resto de capítulos, espero contar con tus comentarios.
Un saludo Ramón
Ummmm interesante continuación. Lili es una humana encerrada en un cuerpo que no es el suyo... Genial, me está encantando.
ResponderEliminarSigo...
Me alegro de que te guste María. Tú lo has definido muy bien, en realidad es una humana en un cuerpo que no es el suyo, aunque, por decirlo de alguna manera, incluso su humanidad es fabricada, ya que su cerebro no ha sido trasplantado, sino que ha sido desarrollado dentro de ese cuerpo. Un galimatías, vamos
EliminarBesos