domingo, 30 de septiembre de 2012

A menos de un metro

 
Los Caprichos de Goya amarillean a espaldas de la multitud. Autómatas de carne suben al tren de la vida por inercia y bajan por aburrimiento. Unos ojos esmeralda sorprenden mi mirada y huyen de nuevo al anonimato. El metro irrumpe con estrépito, perturbando pensamientos adormecidos. Andanada de cigarrillos, empujones solapados, lucha sin cuartel por un asiento libre. La muchacha de ojos verdes entra en el vagón dos puertas más allá y yo diluyo la decepción en las páginas de un libro. Bajo el asfalto de la Puerta del Sol, miles de almas descienden al infierno para conquistar su derecho a existir. Los iris de turmalina reaparecen en un cuerpo de sirena que se acerca sinuosamente. A menos de un metro el aroma de su cabello nubla la realidad. Bajo los cines de Fuencarral, una nueva riada de gente comprime los límites de lo decente. A escasos centímetros su aliento eriza el vello de mi nuca. La gente se prepara para salir, girando el cuerpo más allá de lo prudente. Siento su pecho contra mi espalda, inflamando mis sentidos. Al fin, en el arrollador torrente que se desborda hacia las escaleras mecánicas, los ojos verdes desaparecen de mi vista como si nunca hubiesen existido.

En los torniquetes de salida, varios inspectores piden los billetes. Cuando voy a sacar el mío descubro que la cartera ya no está en mi bolsillo. Intento explicar lo ocurrido y el empleado sonríe con sarcasmo mientras sigue con la mirada a una exuberante pelirroja. Supongo que la tentación también tiene su precio.


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viernes, 31 de agosto de 2012

Polvo cósmico


Una pequeña nave de enlace científico, modelo “colibrí”, se recorta en el resplandor rojizo de Próxima Centauri.
El silencio de la cabina principal sólo es roto por unos suaves jadeos, excitante preámbulo de lo que está por venir. Dos cuerpos desnudos flotan entrelazados en la ingravidez.
En el panel de control parpadea un led de color naranja y en el monitor aparece un mensaje:
“Houston-SS678. Comunicado de protocolo nivel 03. Informe urgente. 2098/04/20. 20:45:06 EH”.
La pasión de un beso se congela bruscamente -Candice… es un “nivel tres”… tenemos que seguir el protocolo…
-¡Vamos Peter, por favor!, Centauri sólo va a “capar” la señal AV durante quince minutos… -unas manos resbalan por los contorneados músculos del abdomen-… ¡Mmmhhh!, esto no estaba ahí hace tres meses…
-¿Teniendo en cuenta la dilatación temporal?... esos quince minutos para ellos van a ser casi tres horas… lo sabes de sobra - Unos pechos bamboleantes se aplastan contra el cuerpo del hombre- … Y sí que estaba, guapita…, pero no tenía este tamaño.
- Pues esta es la única dilatación que ahora me importa Petey
Besos y caricias. Los dos cuerpos giran en el aire y se acoplan durante unos instantes demasiado cortos, las palabras se transforman en gemidos y el éxtasis compartido llena el escaso espacio interior de la cabina.
En el espacio exterior, una densa nube de polvo cósmico engulle, lenta e inexorablemente, a la pequeña nave “colibrí”.
La pasión se relaja poco a poco, las pieles se separan-…Ojalá pudiésemos repetir esto hasta el infinito…
Los brazos del hombre luchan por liberarse del firme abrazo de la mujer –Ojalá, pero quince minutos cada tres meses es todo lo que tenemos si queremos un poco de intimidad… Si no fuera por esas malditas cámaras de seguridad…- Al fin, unos dedos se alargan hacia el teclado –Candice, cariño, déjame apretar esa condenada tecla para que los de abajo se queden tranquilos-.
Unos labios húmedos buscan prolongar el momento - ¡Que les jodan! Siempre nos cortan el rollo.
-¡Ey!, que uno no es de piedra, bonita…- El texto completo del mensaje aparece entonces en el monitor
 “Gran cantidad de polvo cósmico en su cuadrante de posición. Análisis de partículas revela origen en colisión de exo-masas de defterones, con una probabilidad del 89% para formación de agujero de gusano del tipo Barnard-Clyde, lo que implica un grave riesgo de entrar en un bucle espacio-temporal de frecuencia corta. Rogamos inmediata corrección de parámetros de ruta. Adjuntamos fichero de datos”
-¡Dios!, ¡ya no tenemos tiempo de corregir la ruta!.
-¿Se puede saber que significa esa jerga, Peter?
-… Ehh…, básicamente, un bucle Barnard-Clyde es una singularidad en la que los cuerpos repiten su trayectoria espacio-temporal de los últimos minutos de forma indefinida…
- Gracias genio… ehh… sólo soy bióloga de sistemas, ¿lo recuerdas?...
-….¡Por favor Candice!, no hay tiempo de modificar el ANS, tenemos que activar el control manual…
-Peter, me estás asustando…
La nube que envuelve a la nave se hace cada vez más densa y más brillante, hasta que una intensa explosión azulada colma el espacio durante unos segundos. Cuando se apaga sólo queda el negro absoluto. En el punto espacio-temporal donde se encontraba la nave, ya no hay más que vacío.
La nube de polvo cósmico ha desaparecido. El espacio sideral está limpio y tranquilo…
Una pequeña nave de enlace científico, modelo “colibrí”, se recorta en el resplandor rojizo de Próxima Centauri.
El silencio de la cabina principal sólo es roto por unos suaves jadeos, excitante preámbulo de lo que está por venir. Dos cuerpos desnudos flotan entrelazados en la ingravidez.
En el panel de control parpadea un led de color naranja y en el monitor aparece un mensaje:
“Houston-SS678. Comunicado de protocolo nivel 03. Informe urgente. 2098/04/20. 20:45:06 EH”.
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jueves, 5 de julio de 2012

Confidencias


Hubiera adivinado el tacto de tu piel pálida- aun sin sentirlo- de tanto soñarlo, igual que hubiera podido conocer la tersura de tu carne prieta o el cálido palpitar de tu vitalidad. Hubiera sabido cómo eras incluso sin haber estado nunca cerca de ti, de tantas veces como te di forma en la eternidad de mis noches.

Desde mi escondrijo en las escarpadas rocas podía verte cuando te asomabas al balcón de la torre más alta, cuando caminabas por los jardines de tu hermoso castillo o cuando paseabas a caballo por la vereda del bosque.

Para mi desdicha, no podía sino conformarme con tan efímero placer, pues tú perteneces a otro mundo, de seres altivos y orgullosos aunque también soberbios y petulantes, que desprecian y persiguen a los que son como yo.

Recuerdo muy bien el día que naciste: el festejo fue por todo lo alto y el castillo se llenó de gente que venía de todos los reinos vecinos, e incluso de allende los mares ( vi sus barcos anclados en la costa), donde también yo habité antaño, cuando los tiempos eran distintos.

Te vi crecer todo este tiempo, feliz como lo era yo, hasta que llegó el ansiado día de tu madurez; que además coincidió con los preparativos de tus esponsales, lo que me facilitó enormemente las cosas, pues para atraerte hasta mí, tan sólo tuve que llevarme conmigo a quien, en breve, sería tu futura pareja.

Después de eso, sólo tenía que dejar intencionadamente mis huellas cerca del castillo para que todos supiesen que el autor de tamaña fechoría no era otro que el temible dragón de la Montaña Negra, y las huestes de tu padre acudirían en tropel dispuestos a darme caza, hasta mi propia guarida, donde estaría esperándoles.

Sabía de antemano que de esa forma también me aseguraba tu presencia al frente del ejército, embutido en tu brillante armadura, dispuesto a dar tu vida por salvar a tu amada del monstruo que la había raptado. Por fin, después de tan paciente espera, estás en mis dominios, y eres totalmente mío.

Sé que no puedes entender lo que te digo, ni saber que yo soy el último de los dragones de leyenda, igual que tú el último de los caballeros; pero ahora tan sólo tienes que hacer aquello para lo que has sido creado. Durante cientos de años vagué en la soledad de un mundo real buscando mi propio destino. ¿ Qué sentido tiene la existencia de un dragón si ya no existen los caballeros? ; así que, al final, decidí crear mi propio reino, y con él mi propio caballero. Yo mismo te di vida, y luego no tuve más que aparecer de vez en cuando en vuestras fútiles existencias para crear una leyenda que tú te encargarías de perpetuar dando muerte al último dragón. Tú fuiste mi juguete. Ahora serás el héroe inmortal del cuento que me dará vida.

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