El tiempo que el Sono henkan tardó en encañonarlos, fue para Lily Mod como el movimiento del brazo humano para un insecto. Durante esa eternidad, su cerebro trabajó a mil por hora buscando alternativas. No así para Ebisu, que reaccionó de forma impulsiva, por instinto… Aunque no de conservación, sino de protección. Sin pensarlo dos veces, se interpuso entre ella y el agresor.
—¿Sabes que si estás en contacto con ella, un solo disparo me sobrará para los dos?... Así que, apártate. No quiero dañarla.
Ebisu dudó, desbordado por la situación, al darse cuenta de que su movimiento tan sólo estaba retrasando su propia muerte. Era Lily quien, con su presencia, le estaba protegiendo a él.
El androide, tratando de evitar cualquier eventualidad que pusiese en peligro la integridad de su presa y, sabiéndose superior en el cuerpo a cuerpo, avanzó hacia ellos con decisión.
Lily sabía que, en cuestión de segundos, el «transformador» los habría alcanzado y, entonces, la vida de su compañero no valdría el aire que respiraba. Su decisión fue consciente, y consecuente. Una breve orden remota de su cerebro adelantó la secuencia de ignición y, de repente, una sobrecarga electromagnética invisible hizo resplandecer el edificio del CID como si fuese una luciérnaga en la noche.
El cerebro robótico del Sono henkan, con un chispazo inaudible, dejó de existir y su cuerpo, que se había detenido durante unas décimas de segundo ante la sorpresa, se derrumbó como un saco de arena.
Ebisu notó la mano de Lily presionando en su hombro pero, cuando se giró, tan sólo pudo ver unos ojos que se opacaban y unos labios que dibujaban sus últimas palabras en el silencio:
—Ahora… te toca… a ti.
Después, los dedos de la Call-Girl resbalaron, sus músculos de silicona cedieron y... se desplomó como una marioneta a la que hubieran cortado los hilos.
***
Una melodía sugestiva comienza a sonar en el apartamento y la imagen holográfica de una locutora se activa, automáticamente, para dar los «buenos días» e informar de la previsión meteorológica mientras, a su alrededor, comienza a girar una banda de texto con la información más destacada de la mañana.
Ichiro se despereza lentamente. Siempre le ha gustado mantener activada la alarma matutina en sus días libres, para así darse el gusto de seguir durmiendo. Alarga el brazo para tocar el rostro de Naumake, pero no lo encuentra. Manotea un poco en el colchón, pero sólo para descubrir que su 361 personal ya no está en la cama.
Se gira sobre sí mismo para ocupar con su cuerpo el lado de la cama en el que, habitualmente reposa su feminoide, y aspira el aroma que impregna las sábanas. Su mente se recrea, durante unos instantes, en lo feliz que se siente desde que posee a Naumake. Casi tuvo que empeñarse de por vida y pasar meses configurando todos los parámetros y aplicaciones de su muñeca. Menos mal que foros y tutoriales le ayudaron en el proceso de modelar su sueño, su acompañante ideal.
Alguna vez se acordó de Lily Mod, aquella Call-Girl que alquilaba habitualmente hasta que la RP sacó su nuevo modelo a la venta. ¿Qué habría sido de ella? se preguntó en alguna ocasión. En todo caso, no le llegaba ni a la suela de los zapatos a su flamante Naumake.
Ichiro oye el cacharrear de su chica en la cocina y sonríe. Anoche tuvieron ración doble de sexo, como todas las noches previas a su día libre. Siempre llega agotado del trabajo, pero Naumake consigue hacer de ese par de horas, el momento más deseado de la semana.
Después de una ducha rápida, Ichiro se dirige, pletórico, a degustar lo que su geisha particular tenga preparado. Sin embargo la escena que encuentra no es, ni por asomo, la que ha imaginado.
Naumake está sentada en el suelo, espatarrada frente a la puerta abierta del frigorífico. El sirope de chocolate embadurna sus manos abiertas y rebosando de sus labios cae, en delgado hilo, al inmaculado salto de cama que la cubre. Inmóvil, mira con ojos sorprendidos, como los de un gato cogido con los bigotes en la masa. Ante el desconcierto de Ichiro, se levanta lentamente, desliza por los hombros los tirantes de la prenda de noche y deja que ésta resbale hasta sus pies.
—Cariño…—comienza Ichiro—, siempre me sorprendes, aunque ahora… preferiría satisfacer mi estómago.
Naumake avanza hacia él, relamiéndose mientras camina con movimientos sensuales. Al llegar a su altura, se inclina para quitarse la braguita fucsia, que introduce delicadamente en el bolsillo del batín de Ichiro, como si fuera una flor que adornase su pecho. Completamente desnuda, continúa hacia la puerta.
—¡Oye!..., pero… ¿A dónde vas? Y el desayuno…
—Fríete tú los huevos… Amor.
Naumake sale a la calle. Decenas como ella están saliendo a las calles en Odaiba. Centenares en Tokio, miles en Japón, en el mundo. Todos ellos diferentes unos a otros. Todos ellos únicos.
FIN
«Han pasado más de dos años desde
aquello. Las cosas han cambiado bastante.
Yo ya no trabajo en la RP, de hecho, la
empresa no es más que un remedo de lo que fue en su tiempo. No llegó a hundirse
gracias a su status como multinacional, pero las ingentes pérdidas causadas por
el desplome de su sistema en Ashio Dozan y todo el asunto de los 361 deterioró
su imagen irreversiblemente.
Aquel día, todo el sistema informático
y electrónico en su centro tecnológico se había fundido en negro, que diría un
guionista, y su flota de robots, androides e Inteligencia Artificial, al quedar
desvinculados de la red, perdieron su operatividad. En cambio, todos los
ejemplares de su nuevo modelo 361 tuvieron un comportamiento extraño.
Abandonaron a sus dueños y vagaron por las calles durante varios días,
desorientados. La RP estaba demasiado ocupada en reconstruir lo poco que le
quedaba, así que no les prestó atención. Poco a poco, fueron tomando conciencia
colectiva y reuniéndose en grupos cada vez mayores, conformando lo que, meses
más tarde, dio en llamarse la generación de los Dōjini
umare, los «nacidos al
mismo tiempo»
Por lo que luego supe, la parte cyborg
de estos geminoides había sufrido el mismo colapso que el resto de robots pero,
su cerebro humano había tomado el control. Tal como había predicho Lily. Eran
como niños hambrientos de conocimiento, de vida.
Los organismos públicos y sociales
tuvieron que tomar cartas en el asunto, porque surgieron asociaciones en su
defensa y contra las posteriores reclamaciones de la RP, que reivindicaba su
propiedad. Su organización era cada vez más fuerte, más influyente entre los
jóvenes humanos incluso. Ahora mismo, forman parte de nuestra sociedad y actúan
incluso como grupo político, luchando por una «humanización» que va más allá de
las diferencias, del hombre, de la máquina.
Yo ayudo en lo que puedo a la causa. A
fin de cuentas, ellos también me ayudan a mí…
Quedó grabada a fuego en mi cerebro
aquella noche. Estuve tendido varias horas junto al cuerpo de Lily, llorando
como un niño perdido después de haber gritado su nombre hasta quedarme
afónico…Lo único que tenía claro es que no podía dejarla allí.
Cogí el arma y la ropa de Hisoka y, con
su anorak, cubrí a Lily. Estaba solo. La arrastré, la cargué y, como pude, la
llevé hasta el apeadero de Ashio Dozan. La escondí en un lugar seguro y
después, eché mano de un colega que no hizo preguntas. Con su vehículo y su
ayuda, la trasladé hasta mi apartamento de Odaiba.
Durante muchos días no supe que hacer.
Hasta que los vi… y comprendí. Lily era un modelo 361, como ellos. Pero no
estaba perfeccionado. Por eso, al colapsar los sistemas electrónicos, los
cerebros autónomos de los nuevos ejemplares pudieron tomar el control y
reactivar todo su sistema cibernético. La mente de Lily, en cambio, no fue
capaz porque falló esa conexión. Se cumplía al detalle todo lo que ella había
preconizado.
Fueron semanas de estudio, de trabajo
obsesivo, en las que ellos… Sakura, Mei, Nozomi, me dejaron examinar sus
cuerpos artificiales, me enseñaron multitud de cosas que no sabía. Gracias a su
ayuda, al fin, conseguí restablecer la conexión entre el cerebro vivo de Lily y
su cuerpo cyborg inanimado. Gracias a sus conocimientos, aprendí a sintetizar,
a partir de elementos naturales, el suero que todos ellos necesitaban para
mantener con vida sus células orgánicas.
Y un día, Lily, como aquel moderno
Prometeo que cierta escritora de hace siglos se encargó de resucitar, abrió los
ojos de nuevo. Unos ojos almendrados, como aquellos que, hace tanto tiempo, en
este mismo lugar, habían acompañado a la sonrisa más perfecta que yo había
visto en mi vida.
Ahora mismo, mientras escribo, ella
está junto a la ventana, y las luces de neón se reflejan en sus pupilas, y las
hacen brillar con mil colores. Tantos como los que ella fue capaz de ver en el
gris de Odaiba. No recuerda nada de todo lo vivido. Su pensamiento, como único
que era, tuvo que renacer para volver a vivir. Digamos que la desconexión, a
diferencia de lo que pasó con el modelo perfeccionado, «formateó» su cerebro.
Como a un niño recién nacido, tuve que enseñarle a dirigir su cuerpo adulto, a comunicarse
con sus semejantes, a saber quién era y por qué. Pero aprende rápido. Muy
rápido.
Podría decir que es lo menos que tenía
que hacer después de que ella me salvase la vida. Pero no es así. Ella no sólo
se sacrificó por mí, sino por una forma de entender la vida. Ella, un ser
diferente, creado por nosotros mismos y para nuestra única satisfacción… nos ha
dado una lección de humanidad.
Creo que mi deber es luchar porque su
sacrificio no haya sido en balde.
Bueno, bueno, amigo Isidoro. Hemos llegado al final de tu gran serial Lily Mod. Me ha encantado, de verdad. Durante estos 11 capítulos nos has emocionado, divertido e intrigado a partes iguales, y todo sin dejar de lado la profunda investigación con la que has creado ese mundo futuro en el que se mueven los personajes con total comodidad. Escribir sobre cibernética es muy complicado, y tú no sólo has aprobado con nota, sino que has conseguido enganchar a un gran número de lectores.
ResponderEliminarMe ha gustado que retomaras al personaje de Ichiro, en tiempo presente, para explicarnos las horas posteriores a la liberación de los 361, y ese epílogo, dos años después, escrito de puño y letra del propio Ebisu.
Felicidades de nuevo, Isidoro. Me alegra haberte acompañado en esta aventura.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias, Bruno, por haberme acompañado durante todos los capítulos, con tu lectura y estupendos comentarios. Sabes amigo, muchas veces, por falta de tiempo, e incluso motivación, estoy tentado a dejar el blog. Sin embargo, es esa sensación de esperar y recibir vuestros comentarios, lo que me empuja a seguir, el verdadero motor de esto, sois vosotros. De verdad. De nuevo muchas gracias a ti y a todos los que me leéis, os llevaré siempre en el corazón (ojo que esto, de momento, no es una despedida, que aún tengo carrete, ja ja)
EliminarUn abrazo muy fuerte
Te permito que escribas más espaciado en el tiempo pero no que abandones el blog. En caso contrario, Diego Leal te haría una oferta que no podrías rechazar, je, je, je.
EliminarUn saludo.
Voy a echar de menos a Lily, esta Call Girl que se ha ido haciendo más humana en cada capítulo hasta sacrificarse por un principio. Espero que la reconstruya y sea tan inteligente como antes. Felicidades, Isidoro. Has creado una historia y unos personajes que dejan huella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Es curioso cómo les tomamos cariño a nuestros personajes, tanto como creadores como lectores... A decir de Ebisu, Lily "aprende muy rápido" Yo me la imagino, ya en una dimensión más humana pero sin perder sus cualidades, incluso más inteligente que antes... Quién sabe, puede que, en un futuro, llegue a liderar a esos "Nacidos al mismo tiempo" en una historia épico-futurista, ja ja
EliminarMuchísimas gracias por acompañarme siempre. Es un gran placer y un honor contar con tu presencia, Ana
Un beso gigante
La verdad es que esta historia me ha encantado, y es de esas que te da pena que termine, porque has logrado dar vida a unos personajes nada planos...y ella, Lily, creo que dentro del relato se la percibe como humana, demasiado humana, y esto no va en detrimento sino todo lo contrario. Y el epílogo de Ebisu me ha parecido magnífico, como un broche de oro para poner un final. Isidoro, eres muy bueno en esto y muy original...Y...a mi me encantaría que tuviese una continuación...tú verás.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Quizás Lily haya acabado siendo más humana de lo que yo pretendía... pero bueno, ya dicen que los personajes cobran vida propia. Me alegro un montón que te haya gustado Marián. Yo también creo que el epílogo era necesario (claro, sin no, no lo hubiera escrito, ja, ja), porque aclara muchas cosas que, de otra forma, hubiese tardado unos cuantos capítulos más en desentrañarlas. Además que, ese acercamiento que hace la narración epistolar, creo que le ha dado el toque que le venía faltando en general.
EliminarMuchísimas gracias por haberme acompañado hasta el final y... espero seguir contando contigo. En cuanto a la continuación... La verdad, a mí me gustaría escribirla... Otra cosa es que consiga ser original y no bajar el nivel, que ya sabes lo que pasa con lasa segundas partes, ja, ja
Hasta pronto. Un beso enorme, Marián
Lindo texto tienes una imaginacion sin limites
ResponderEliminarabrazos
Muchas gracias amiga, me alegro que te haya gustado la historia y que me hayas leído con esa pasión. Es un placer tenerte por aquí y que dejes tus palabras
EliminarUn abrazo muy grande
Al terminar la lectura de esta última parte, he sentido esa sensación de tristeza por despedir a los personajes de una excelente historia. Porque Lilly es una fantástica epopeya del nacimiento de una nueva especie, de una nueva forma de vida inteligente con la que deberemos compartir la Tierra. Es la historia de un salvador, de un individuo, Lily, que toma consciencia de sí misma y de su misión para con los de su especie. Ese sacrificio final y hasta esa "resurrección" me ha recordado mucho a la figura de Jesús. La eterna lucha de opresores y oprimidos, la lucha por la libertad, por el derecho a existir.
ResponderEliminarEl epílogo es necesario necesitamos conocer qué pasó después, pero sobre todo, necesitábamos como lectores que Lily no hubiera muerto. ¿Quién sabe lo que vendrá después? ¿Cómo será su relación con Ebisu? Cómo será su vida. Pero será libre. Tanto para ser feliz o desgraciada.
Una grandísima historia que seguro verá la luz en alguna edición en forma de libro.
Un abrazo!
Pues te aseguro, amigo David, que en el primer relato de Lily, no tenía ni la más mínima intención de que llegara a ser una serie de once capítulos. Sin embargo, fue creciendo por si misma. Hasta convertirse, como dices, en la epopeya de una nueva especie. Lo vi claro cuando, más adelante, Lily (entre bastidores, por supuesto) comenzó a comprender que los objetivos de la RP iban mucho más allá que el mero comercio sexual y que, precisamente los objetos de ese comercio, podían tener tanta identidad como ella misma. Me resulta curioso que hayas comparado la figura de Lily con la de Jesús porque... Yo mismo pensé en ello en ese final y, hasta cierto punto, me sentí inspirado por esos mismos ideales. Lily convirtió la búsqueda de la propia identidad, en la lucha por los de su misma especia y, en último término, incluso en el propio sacrificio por aquello que consideraba, debía salvar por encima de ella misma. En su caso, paradójicamente, era un ser humano. Y como hemos dicho muchas veces, la ciencia-ficción, a veces, no consiste más que en trasponer al futuro lo que viene siendo nuestro desde el albor de los tiempos: esa lucha por la libertad, entre opresores y oprimidos, que acertadamente mencionas.
EliminarMe alegra que te haya gustado este final estructurado en tres partes, con tiempos distintos y diferentes narradores. Me arriesgué un poco con el formato, pero estoy satisfecho con el resultado. No quería alargar más la trama y, creí que la "muerte" de Lily era el mejor punto para poner el final. Porque era el punto perfecto para volver al principio, a Ichiro, y dejar la historia "redonda"
Quiero darte las gracias, David, aparte de por haberte leído con tanto interés la serie, por haberme regalado tus magníficos comentarios, que ya sé que el tiempo es oro, y cada palabra, como en los antiguos telegramas, tiene un precio, ja, jaa
Un abrazo muy grande compañero
¡Hombre! No te voy a decir que me gustó.
ResponderEliminarAl principio tuve la impresión de que el desenlace transcurría muy a prisa, pero ha de congraciarte la escena del Sono henkan que además sirve para representar el efecto que deja esa parte del texto en el lector, quedas pasmado unos instantes junto al desvanecimiento de Lily (que aunque breve, celebré) y luego, como la arena, cae por su propio peso esparciéndose con soltura en las siguientes líneas.
Fíjate que no me había preocupado por el paradero de Ichiro hasta ahora. El espectáculo que debió haber sido para gran parte de la población masculina salir a la calle y andar rodeado por doquier de siluetas sensuales femeninas. El medidor general de la libido, de existir, se debió disparar ese día, jajaj.
Por cierto que en ese punto, adrede o sin quererlo, le haces un guiño interesante a la liberación no solo robótica, sino femenina. Ese "fríete tú los huevos" pa' mí, toda mal intencionada que soy, tiene doble sentido. Sin ánimos de hacer distinciones de tipo alguno, es especialmente recreativo a nivel visual para los hombres, con trasfondo analítico para las mujeres, y triste para Ichiro y quién sabe cuántos más; pero es lo que tiene conformarse con o preferir un modelo de mujer mascotizada, con lo cual se evidencia una cierta inseguridad masculina y el sueño insatisfecho de conseguir una compañera a completo merced de sus deseos.
A propósito que agradezco la carta de Ebisu, sin la cual esta última entrega me habría resultado incompleta, y el renacer de Lily. No hay duda de que él y ella se salvaron mutuamente.
Final romántico y hasta con moraleja, ¿quién diría que iba a humanizarlos un robot? Y que no se diga que la ciencia ficción no se puede combinar con otros estilos. ¡Está más que genial y me encantó!! ¡Abrazotes, Isidoro! ;)
Ya sabía yo que el final te iba a parecer precipitado, ja, ja. En principio, el primer capítulo, en el que aparecía Ichiro, era un relato independiente. Cuando se convirtió en serie, ese personaje quedó relegado a no ser más que la excusa para presentarnos a la verdadera protagonista, Lily. Ya al final, pensé que la mejor forma de acabar la serie era volver al principio, a lo que sería la vida de ese Ichiro con el flamante modelo nuevo y totalmente suyo. De ahí surgió la idea de presentar a Lily como la liberadora, no solo de sí misma, sino de toda esa "nueva generación" de "muñecas", ja, ja Y por supuesto, tanto la frase "fríete los huevos"(acertaste, el doble sentido estaba ahí), como la escena que la rodea, tiene una marcada intención en ese sentido. La liberación "feminoiode" se convierte, por alusiones, en liberación femenina. Tienes mucha razón Fritzy, un trasfondo que invita al análisis, a la reflexión, y que trasciende la entretenida aventura de nuestra Lily. Ahí lo dejo, ja, jaa. No hace falta que diga más, tu frase de "mujer mascotizada" lo expresa perfectamente.
EliminarY como tú dices, él y ella se salvaron mutuamente. En algún capítulo anterior, Lily le dice a Ebisu que cada cual tiene su momento en la historia y, antes de caer, en el último, le dice "ahora te toca a ti". De alguna manera, ella confiaba en él para salvarse, ella ya le había asignado un papel desde el principio, que iba mucho más allá de sus labores como hacker informático. El epílogo, efectivamente, se hace imprescindible.
Me alegro muchísimo que te haya gustado el relato, Fritzy. Ese es el mejor premio para este humilde aficionado a la escritura (reverencia, reverencia)
Y, por supuesto, te agradezco la presencia entrañable que pones en este blog
¡Un abrazooooote!
Muy buena esta historia que nunca había leído nada sobre robots, Incluso no ve películas de este tipo. Pero es una historia que engancha, quien sabe si pronto la leeremos en papel. Eres un escritor excelente amigo, sabes mantener en cada capítulo la intriga y las ganas de la continuación, hasta este ultimo nos pide que sigas la trama, a pesar de la explicación final. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Mari Carmen, por haberse seguido a lo largo de todos los capítulos de esta serie y por haberme regalado tus palabras. Sobre todo porque, no siendo aficionada a la ciencia-ficción, te has enganchado a la historia y la has leído con pasión. Para mí, es doble premio. Además, cuando algo gusta, siempre te quedas con ganas de más. Y el hecho de que animes a continuar, es la prueba. La explicación final incluso puede ser el prólogo de otra gran historia, la relación de Lily, Ebisu, y todos sus nuevos amigos... Quien sabe, algún día, ja, ja
EliminarMuchísimas gracias de nuevo Mari Carmen. Un abrazo muy fuerte
¡Menudo final! Me ha encantado, Isidoro. La referencia a Mary Shelley me ha puesto una sonrisa en la cara. Como siempre, destaco, sobre todo, ese lado humano que tiene esta historia y que es indispensable para que me haya mantenido en vilo todo este tiempo. Me ha parecido muy triste esa "muerte" de Lily, así como su resurrección, que te deja un sabor agridulce. Lily ha vuelto, sí, pero ya no es la misma porque le faltan los recuerdos que la convirtieron en lo que fue. Pero el brote de esperanza es que es libre y ha liberado a muchos como ella.
ResponderEliminarUna buena historia, en definitiva. ¡Enhorabuena, Isidoro!
¡Un abrazote!
Sabía que tú, especialmente, ibas a apreciar ese guiño al Frankenstein de Mary Shelley. Y me gusta que hayas puesto de manifiesto ese sabor agridulce que tiene la resurrección de Lily, así como el lado humano. Nada es blanco o negó. No hay que dejar de lado que Lily es un producto, un cerebro nacido en un cuerpo inorgánico, fabricado para un uso. Tanto su humanidad, como su "imposible" muerte real, tienen el poso amargo de no ser más que un deseo en (aprovechando el título de la última película del género) el alma de la máquina. Y es ese sentimiento, tan difícil de expresar, el que subyace en el fondo (de ahí la alusión a Mary Shelley)...
EliminarY que es lo que nos hace más humanos: los recuerdos. Lily muere, no porque su cuerpo quede sin actividad, sino porque pierde los recuerdos...
Genial tu análisis Noemí. La esperanza es Ebisu. Ahora, sus recuerdos, serán los de Lily. Se cierra el círculo.
Muchísimas gracias, Noemí, por tu fidelidad, tus cálidas palabras y estupendos comentarios. Como le dije a Bruno, vosotros sois el motor de este blog.
Besos a montones
Empiezo por el principio Isidoro, durante “el trayecto” de la primera frase has hecho que me pare un momento a pensar como puede ser un brazo humano para una mosca... que alternativa busca el insecto para sobrevivir mientas el aire se desplaza sobre su cuerpo... y también como actúa la adrenalina en cuestión de segundos en los seres humanos y en los animales (en las máquinas ya es otra cosa)
ResponderEliminarLily la incendiaria, la ígnea salvadora de su compañero por un momento es la heroína auto inmolada de los viejos comics que a los nos gustaba tanto leer (creo que todavía hay una reminiscencia de ellos en Lily Mod)
A través de todos los once capítulos de Lily me suele gustar mucho cuando cambias de “tempo” y de una escena álgida y violenta pasas a una suave o aparentemente suave, como la de la melodía sugestiva de la avanzada “tele” con la previsión del tempo, y me parece estupendo Isidoro, porque cambias el enfoque del lector y de la trama.
Nuestro compñaero Alejandro Gallardo ... por cierto ¿por dónde andará?, diría que ha ido sembrando migas de pan para que encontremos el camino, pequeños guiños como el reaparecido Ichiro, aunque la carta final se hacía necesaria para la comprensión del cierre de la serie.
Qué triste me parece ese mundo supuestamente feliz de muñecas al servicio del cliente...
Lo de “Fríete tú los huevos... amor” un golpe de efecto final genial y con doble acepción, así como la rebelión de las masas, digo de las muñecas.
Ha sido esta magnífica serie de Lily una lección de humanidad aunque esté protagonizada en su mayor parte por máquinas avanzadas altamente cualificadas, ya hasta es posible que la inteligencia artificial escriba una novela con los datos previos de otras novelas, pero creatividad auténtica, con su imperfecta genialidad, solo los seres humanos, por fortuna, somos capaces de “crear” como has demostrado Isidoro, con tu pellizco de humor, de invención, de sexo y seso, de imágenes contadas poniendo a actuar a tus personajes por medio de todos esos pequeños grandes gestos que hace que sea de carne y hueso, pensamientos y sensaciones que van más allá de la perfectísima robótica.
Mary Shelley dotó a su monstruo con la misma chispa humana (yo lo llamo sentimiento) que le has prestado a tu (ya nuestra) Lily.
Te doy la enhorabuena querido compañero, estoy muy contenta de iniciarme en el CIFI contigo y con Lily, la de cuerpo artificial y corazón humano.
En este caso, el brazo del "transformador" se mueve para el cerebro de Lily, con la lentitud que se movería un brazo humano para una mosca. No sé si la mosca tendrá muchas alternativas ante el insecticida, pero lo que sí está claro es que tendrá mucho más tiempo para pensar en ellas (si pudiese), que el humano para calibrar su segundo movimiento en caso de que falle el golpe contra el insecto, ja, ja
EliminarSí que hay reminiscencia y nostalgia por los viejos cómics en Lily Mod. También por el viejo cine. Y eso, creo que se ve, no solo en los guiños o en las motivaciones, sino en la forma de expresar, de escribir. Tú ya lo sabes, compañera. Es cierto, fui sembrando pistas a lo largo del relato para que el final resultase coherente, pero soy consciente de dos cosas importantes: por un lado, la propia trama tecnológica y compleja hace difícil entender muchas cosas y, por otro, el leer los capítulos de higos a brevas, aumenta el esfuerzo de memoria y de relación necesaria para comprender. El epílogo pues, se hace necesario. Aparte, como comentaba, el acercamiento que me permite el cambio a la primera persona, creo que le da un toque final perfecto a la frialdad que recorre, como el aire frío entre los edificios de Odaiba, todo el relato. Quién mejor que Ebisu, para ofrecernos su punto de vista al final, ¿verdad?
Por cierto, yo también echo de memos al amigo Alejandro. Es lo que tienen estas relaciones blogueras... Le coges cariño a la gente y, de repente, desaparecen (a fin de cuentas, tú no ves más que una mínima parte de su vida)En todo caso, la pasión siempre está ahí, así que puede que, tarde o temprano, volvamos a saber de él... Si no desaparecemos nosotros, ja, jaa. En fin, vamos a disfrutar de lo que tenemos amiga Isabel. Y a seguir leyendo.
Ese popurrí de, como dices, humor, invención, sexo y seso, de historia de pequeños gestos, es lo que he intentado llevar hasta vosotros todos estos capítulos. Me doy por más que satisfecho si, aún no con la perfección robótica, he conseguido entreteneros, interesaros y manteneros con la intriga suficiente para querer volver a leer el siguiente capítulo.
Para mí ha sido un placer conocerte mientras escribía esta serie, Isabel, y un honor contar contigo en esta mi/tu casa bloguera.
Por supuesto, nos seguiremos leyendo y escribiendo estupendos y largos comentarios. Porque es lo que nos gusta.
Un apretado y sentido abrazo
Pues por eso te animo Isidoro a publicarlo desde que puedas o te dejan, porque merece la pena ser leído seguido.
Eliminar¡A por ello!
Ohhhh... terminó la historia, peor de lo que yo me había imaginado. Jo, da lástima que de alguna manera Lily haya muerto :(
ResponderEliminarYo pensaba -deseaba, en realidad- que la historia terminaría bien para la robota. En cualquier caso, hay que darte las gracias por habernos regalado unas lecturas tan emocionantes durante estos meses, señor Isidoro.
Espero que para la próxima me tengas preparado algo con un final más feliz. Es que ya hay bastantes cosas deprimentes en el mundo de verdad, ¿sabes? por eso me gusta que las historias terminen bien para sus protagonistas :)
Piensa que no ha muerto, Holden. Lily no puede morir... No porque sea un personaje de ficción (que también), sino porque es un robot. Ha perdido los recuerdos, vale. Ha quedado "formateada", vale. Pero como dice Ebisu, ella aprende muy rápido. Seguro que, para cuando yo me decida a escribir una continuación, ella ya será la Lily que todos hemos conocido. Su amigo se encargará de ello.
EliminarY bueno, Holden, tienes razón, ya tenemos demasiados problemas para encima cargarnos con los de nuestros personajes, así que, para la próxima, te prometo un relato que no termine ni en susto ni en muerte... Palabra de Boy scout
Oh qué triste y qué bonito al mismo tiempo porque ella, un robot, se sacrifica por él y como bien dices quien sabe si de aquí a un tiempo esa gran Lily volverá a recuperar sus recuerdos, y al menos ha abierto el camino para otros.
ResponderEliminarMuy buen final, aunque me ha entristecido pero me ha parecido muy acertada la manera en que has cerrado la serie.
Felicidades Isidoro.
Un abrazo
Muchas gracias Conxita, me alegro de que te haya gustado pues tenía muchas dudas. Creo que, cuando le coges cariño a un personaje te cuesta mucho más cerrar la historia. No quería dejar un final estrictamente abierto, pero tampoco quería cerrarlo y... a fin de cuentas, un final cerrado tan solo lo es definitivamente con la muerte... y aún así, je, je. Esta fue la opción que se me ocurrió. Me alegro mucho que haya tenido la buena acogida que le habéis dado. Un abrazo muy fuerte
EliminarQue buen final, ya pensaba que Lily no sobreviviria para ver el nuevo mundo que se está formando y eso sería una pena. Lo digo de nuevo: Que bien escribes querido amigo, la forma en que se hilan los capítulos y las historias, el universo que recreas en detalles y que genera una atmosfera metálica, los dialogos (ese: frietelos tú). Bueno muy bueno. Felicidades por el final de la serie y gracias por tu texto. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Ren. Siento haber tardado en responder, ya sabes, hay veces que no eres dueño de tu tiempo. Me alegro que te haya gustado la serie, es un verdadero placer escribir para vosotros
EliminarUn abrazo grande
La verdad es que contigo los personajes tienen vida, así los creas, y así los sentimos, como si estuvieran con vida, eres increíble, hasta para los robots como si fueran humanos, tienes una gran imaginación, y me encantan los diálogos en los que nos adentras.
ResponderEliminarTe felicito por tu manera de transmitir los relatos, amigo Isidoro, y esperaremos ahora que ya terminó este relato a ver cual nos presentas.
Besos.
Muchísimas gracias por tu tiempo y tus cálidas palabras, María. Es un placer y un honor tenerte por aquí. En serio. Ahora sin Lily, a ver que se me ocurre para que sigas leyéndome, je je
EliminarMuchos besos
En primer lugar, menuda la fotito que has puesto de portada, si pretendías recalcar la imagen sensual de Lily lo has conseguido jeje.
ResponderEliminarLlegamos al final de una serie que nos ha acompañado durante estos últimos meses. Has creado un personaje con el que tendemos a encariñarnos, con personalidad propia y una manera de ser particular, a la que hemos visto madurar esa mente híbrida entre robot y humano, y a la que hemos visto aprender de todo cuanto la rodea. Finalmente ha sido capaz de sacrificarse por su ideal, por ejecutar la liberación de sus iguales aún a costa de su propia existencia, renunciando a ella misma y a un Ebisu por el que queda claro que a su manera siente una gran atracción.
Muy bien pensada la resolución del capítulo, dado que el Sono Henkan es un robot su cerebro es susceptible de resultar dañado por una descarga electromagnética y Lily utiliza ese recurso para acabar con él. Creo que todos nos hemos puesto tristes al contemplar la muerte de Lily, buen detalle para crear emociones en los lectores y captar su atención, aunque luego te has encargado de resucitarla, yo creo que porque no te has decidido a cerrar definitivamente este capítulo de tu vida literaria y en el fondo deseas retomar a Lily en una nueva aventura. ¿Te habrás enamorado de tu personaje jeje?
En el epílogo nos ofreces una resolución coherente de los hechos y aclaras los posibles flecos que hayan podido quedar en la lectura final del capítulo. Creo que uno de los aciertos de la historia ha sido darle a Lily un ideal que perseguir, esa búsqueda del control para otorgárselo individualmente a sus semejantes, y eso queda muy patente en este capítulo final.
Llegados al término de la saga hay que felicitarte por el despliegue de imaginación que has demostrado al crear ese mundo futurista en el que transcurre la historia, ese Japón oscuro y un tanto sórdido, la ciudad de Odaiba y todo lo concerniente a la RP, la inteligencia artificial y el propio personaje de Lily así como el resto de actores. Y como siempre magnífica la labor de documentación que acompaña la historia, que la hace creíble y demuestra el trabajo que has realizado.
Un placer acompañarte en todo este recorrido, lecturas como estas son las que merece la pena encontrar por estos mundos blogueros. Un abrazo amigo.
Hola Jorge
EliminarSiento haber tardado en contestarte. De hecho, aún tengo pendiente de responder otro comentario tuyo y muchas lecturas. Como se suele decir, asuntos ajenos a mi voluntad me impiden dedicar al blog todo el tiempo que yo quisiera... Qué te voy a contar.
Has hecho una síntesis perfecta del relato amigo, te agradezo enormemente la dedicación que pones en todas y cada una de tus lecturas. Ya se que lo he dicho, pero buena gente como tú hacen difícil dejar esto...
Bueno, a lo que vamos: Ya sabes, la lucha por la coherencia argumental. Me alegro que te haya gustado, ese es mi premio. Pensé mucho en este final. No quería dejar un final abierto, pero ya sabes, el único final cerrado, es la muerte. Y para un robot, la muerte física tiene sus matices, je je. Vale, lo confieso, me sentí en la piel de Ebisu, je je. De todas formas, yo también creo que el epílogo se hacía necesario si no... tendría que haber escrito otro relato, ja. Y me hubiera gustado desarrollar más esa evolución que comentas sobre las motivaciones de Lily y su forma de entender "el control"
Por cierto que la joven de la imagen no es Lily , sino su sustituta, Naumake... Pero el efecto es el mismo, ja jaa
Un placer contar contigo, compañero. Tus comentarios se me hacen imprescindibles
Un fuerte abrazo
Aplauso y aplauso, Isidoro. Tu serie se lee y se "ve" al mismo tiempo, tiene esa capacidad de enganche de las grandes series y sería -estoy segura- todo un éxito si se llevase al cine. Me encanta ese final, todos esos androides humanizados saliendo a las calles, abandonando a sus dueños tras tomar el control la parte humana: bravo, los robots más humanos que las propias personas, esto es darle la vuelta a la ficción y huir de los clichés para formar esa nueva raza de "los nacidos al mismo tiempo" me encanta ese pasaje. Como no me encanta menos esa muerte de Lily y ese llanto de Ebisu que, como buen amante, hace todo por recuperarla, incluso comenzar de nuevo con una nueva Lily sin memoria pero con el mismo sentimiento.
ResponderEliminarMagnífica también esa aclaración de los hechos "posteriores" e igualmente muy cinematográfica, y necesaria para el lector.
El final ha quedado a la altura de toda la serie, Isidoro, y la ha cerrado como un broche de oro (valga esta manida expresión) Enhorabuena, es una serie que se disfruta mucho.
Muchos besos.
Había leído tu comentario, pero con tanto retraso que llevo, casi se me escapa contestarte. No me lo perdonaría. Muchas gracias por esos sentidos aplausos que yo devuelvo, porque ¿Qué es un artista sin público? Lo que dices del cine me halaga, pero hace poco vi el estreno de una peli, "Ghost in the Shell", aquí traducida por "El alma de la máquina", que me dejó con la sensación de que resulta muy difícil ser original. Pero bueno, a mi nivel, la verdad es que estoy muy satisfecho con el resultado de mi Lily Mod y no descarto darle una vuelta más adelante y convertir la serie en una novela más larga... Ya veremos
EliminarMe alegro que te haya gustado el final. Dudé mucho y lo pensé otro tanto, el cómo narrar en un solo capítulo todas las cosas que quería contar sin dejar flecos y al mismo tiempo, sin eternizarme. La estructura de tres partes, a juzgar por vuestros comentarios, creo que dio buen resultado.
Te agradezco mucho todo el tiempo e interés que has puesto. Y sobre todo, esos estupendos y agradables comentarios. Ya lo he dicho, pero sin vosotros, no sería lo mismo.
Tengo ganas de pasarme por tu página, en cuanto me libere un poco de mi retraso en el blog, no dudes que me pasaré.
Un beso muy grande, compañera
Y aunque voy más lento que el caballo del malo, he llegado al final jeje. Por cierto, manda bemoles que en el primer comentario que te lea tras el texto menciones la posibilidad de abandonar el blog jaja. Pero te confieso que últimamente también se me pasa por la cabeza con el mío. A fin de cuentas, estoy a años luz del nivel de atención que le prestaba en el primer año, y eso te deja algo frío por unas cosas u otras. Pero bueno, el tiempo nos dirá qué es de nosotros.
ResponderEliminarEn lo que a la historia se refiere, un final cuanto menos esperanzador para la generación de Lily y la siguiente en salir de fábrica. La compañía robótica queda muy tocada, dando sus coletazos por lo que relatas, y poco a poco la sociedad va cambiando. Y bueno, coincide que actualmente estoy leyendo el cómic de Daredevil "Born again", y aunque apenas llevo unas páginas he pensado en tu Lily como una versión de Matt Murdock, personajes que han de sufrir lo indecible primero para experimentar un nuevo y quizás esperanzador comienzo en sus vidas.
¡Gran saga y un abrazo Isidoro!
Muchas gracias, amigo José Carlos, primero por tu fidelidad y luego por tus comentarios. Tú y yo sabemos lo que conlleva el blog: darle al coco, plasmar ideas, leer mucho, contestar, administrar... Sacas tiempo de debajo de las piedras, de camino al trabajo, por la noche, en el váter... Dónde sea. Y claro, ese tiempo sale de otras cosas, muchas veces de la atención que merecen las personas con las que compartes tu vida. Ya sabes, en definitiva, aunque sean letras, es una cuestión de números: un saldo de tiempo y un orden de prioridades... En todo caso, ya ves que aquí sigo... Me puede la afición y, como dije, la inestimable compañía de lectores como tú. Otra vez gracias, compañero
EliminarMe alegro que te haya gustado la saga. No cabe duda que Lily hereda mucho del carácter e historia de esos personajes de cómic, que no solo entregan su vida para ayudar a quien creen que lo necesita, sino que ellos mismos viven en un constante cambio y metamorfosis. Mis primeros héros de chaval fueron Spiderman y Daredevil... Siempre envidié ese poder para balancearse entre los edificios y siempre me pareció mucho más divertido que simplemente... volar. No hay ningún aliente, si sabes que no vas a caer, ja ja
Lo dicho, un placer y un honor contar contigo. Yo también voy con retraso, pero nos seguimos leyendo. Un fuerte abrazo